China y Brasil, dos de las más destacadas "economías emergentes", coinciden en la política de animar a sus empresas a invertir en el extranjero con el fin de mejorar su competitividad en el mercado mundial, según altos funcionarios de ambos países.
"La inversión en los países extranjeros es una medida para garantizar la operación sostenible de las empresas brasile?as", dijo Ivan Ramalho, secretario ejecutivo del Ministerio de Desarrollo, Industria y Comercio Exterior de Brasil, en la XI Feria Internacional de Inversión y Comercio de China (CIFIT, siglas en inglés), que se celebra desde el sábado en la ciudad china de Xiamen (suroeste).
Según Ramalho, compa?ías brasile?as como Embraer, CVRD (Companhia Vale do Rio Doce) y Embraco, han invertido en China. Las empresas Petrobras, CVRD y Embraco se han convertido en ejemplos de la operación exitosa en el mercado global, a pesar de la feroz competencia, sostuvo el funcionario.
Sin embargo, dijo, América Latina está en una etapa incipiente en cuanto a la elaboración de políticas de incentivo para la internacionalización de sus empresas, a pesar de la creciente importancia de las compa?ías multinacionales en la economía global.
El gobierno brasile?o ha fortalecido sus medidas administrativas para apoyar la internacionalización de sus empresas, por ejemplo, a través de la oferta de servicios financieros mediante el Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES), principal banco de inversión de Brasil, aseguró Ramalho.
Por su parte, China se encuentra en una fase semejante. Según el Ministerio de Comercio del país asiático, el conjunto de las empresas chinas recién está entrando en las primeras etapas de la práctica de invertir en el extranjero, por lo que aún carece de experiencia.
China y Brasil son los países en vías de desarrollo más importantes de Asia y América Latina, respectivamente, y gozan de gran complementariedad económica y un enorme potencial de colaboración en materia de inversión y comercio, destacó Chen Jian, ministro adjunto de Comercio de China, en un simposio sobre la cooperación económica y comercial entre ambos países, celebrado durante la feria.
Hasta finales de junio de 2007, China ha invertido cerca de 100 millones de dólares en Brasil en los sectores de minería, electrodomésticos, procesamiento de maderas, y telecomunicaciones, entre otros. Durante ese mismo período, Brasil puso en China alrededor de 210 millones de dólares en sectores como componentes para refrigeradores, aviones, textiles, energía hidráulica, y piezas para automotores.
En 2006, el volumen de comercio exterior entre los dos países alcanzó un récord de 20.300 millones de dólares, un crecimiento anual del 37 por ciento.
En 1999 China planteó a las empresas locales la estrategia "salir del país", enmarcada en los procesos de reforma y apertura. Hasta finales de 2006, la inversión directa china en el extranjero había alcanzado cerca de 73 billones de dólares, distribuida en 163 países y regiones del mundo. Empresas como Sinopec, Huawei, y ZTE, entre otras, ya han encontrado su puesto en el mercado internacional, incluido el latinoamericano.
De acuerdo con fuentes del Ministerio de Comercio de China, en 2006 la inversión directa no financiera de China en el extranjero sumó 16,1 billones de dólares, de los cuales un 60 por ciento fue dirigido a América Latina, que ha reemplazado a Asia como el principal destino de los capitales chinos asignados a la inversión de este tipo.
La XI CIFIT, inaugurada el 8 de septiembre en Xiamen, de la provincia de Fujian, tiene como objetivo fomentar la inversión de las empresas chinas en el extranjero y al mismo tiempo atraer la inversión foránea.
Durante la feria se celebraron, ante empresarios de todas las regiones de China, varias presentaciones sobre el ambiente de inversión de Brasil, Costa Rica, el Caribe, Canadá, y Alemania, entre otros, con el fin de dar a conocer las ventajas que ofrecen para la inversión.
(11/09/2007, Agencia de Xinhua) |