Muchos de los muebles de la Dinastía Ming se elaboraban con maderas raras y exquisitas, como el sándalo rojo, la madera de peral o maderas negras y, ocasionalmente, otras como el nanmu, el olmo o la madera de nogal. Las maderas del sur de China son fuertes y con vetas finas, y sus colores suelen ser oscuros, cualidades que las hacían ideales para la fabricación de muebles. El estilo Ming es de una belleza natural, resistente, suave, sencillo y limpio.

Las técnicas de elaboración del mobiliario Ming revelaban una gran destreza. Combinaban formas circulares y cuadradas, anchas y estrechas, con motivos gruesos o finos y líneas de contraste. Todas estas características conformaban la estructura única del estilo Ming en los muebles.

Las piezas se ensamblaban sin junturas visibles, proporcionando unos contornos naturales y fluidos. Las superficies se pulían con cera para que quedaran brillantes, suaves y limpias, revelando su belleza natural.

Los muebles de la Dinastía Ming se presentan bajo diversas formas, principalmente sillas, taburetes, escritorios, camas, armarios y biombos.