Morera
Como es sabido por todos, la seda es un invento exclusivamente chino. Durante mucho tiempo, China fue el único país en el mundo que produjo y utilizó tejidos de seda. La seda china no es famosa solamente por su exquisito dise?o, sino también por su brillo y su finura.
Entre los mitos y las leyendas de la historia de China, el de Lei Zu, una concubina del emperador Xuanyuan, que es reconocida como la diosa de la sericultura y el hilado de la seda, cuenta el origen del descubrimiento de la seda.
La historia cuenta cómo Lei Zu estaba bebiendo junto a una morera salvaje cuando unos capullos cayeron del árbol en su tazón. Cuando intentó sacar los capullos del tazón, se dio cuenta de que éstos se habían desenrollado convirtiéndose en una fina cinta que parecía no tener fin. Entonces, empezó a criar gusanos de seda salvajes y a tejer sus hilos.
Más tarde, Lei Zu empezó a ser adorada como “l(fā)a diosa de los gusanos de seda” por los chinos, e, incluso hoy, sigue viva una antigua tradición en la ciudad de Huzhou, en la provincia de Zhejiang, según la cual cada a?o, durante la celebración del festival Qingming que tiene lugar a principios de abril, se rinde culto a la antigua concubina por su contribución a la vida del pueblo con su descubrimiento.
Otra historia interesante es la del viaje de Sulayman al este. Este mercader árabe, durante su visita a un funcionario de la dinastía Tang, encontró que éste tenía un lunar negro en el pecho. Sin poder creer lo que veían sus ojos, se quedó mirando al lunar durante bastante rato, hasta que le comentó que debía pasarle algo extra?o a sus ojos, ya que podía ver el lunar incluso bajo dos prendas de ropa. Al oírle, el funcionario estalló en carcajadas y le ense?ó las ropas de seda. Tras examinarlas el comerciante se percató de lo finas que eran, y se volvió loco por este fantástico tejido.