Según informa la gaceta Estudios Arqueológicos del Patrimonio Cultural, de Mongolia Interior, China, los arqueólogos chinos y suizos han logrado progresos en la protección de los tejidos de seda exhumados de un grupo de tumbas de aristócratas de la dinastía Liao (907-1125), localizadas en la monta?a Turji, y han restaurado y reforzado una partida de los objetos.
Desde el 2006, la Fundación suiza Abegg ha enviado expertos alemanes en dos ocasiones para este programa de cooperación al Instituto de Estudios Arqueológicos del Patrimonio Cultural de Mongolia Interior, con el fin de proteger los tejidos de seda mencionados.
Hasta el momento, ellos han aplicado protección a trece piezas, entre bolsitas de incienso, monederos y saquillos, y devuelto forma a una falda y una chaqueta. Aparte de la protección y el estudio de los tejidos de seda, la cooperación abarca la preparación de personal de protección de tales tejidos para la parte china.
En el 2003 los arqueólogos locales extrajeron de las tumbas de Liao una copiosa cantidad de tejidos de seda finos cuando dieron comienzo a la excavación. Descubrieron que el cadáver del ocupante del ataúd pintado estaba cubierto de ocho capas de tejidos de seda, y que debido a la infiltración de agua previa en el féretro los tejidos de la capa exterior estaban muy da?ados, pero que los de las capas por debajo de ésta se mantenían en mejor estado.
Para su consuelo, la séptima capa estaba relativamente intacta. Era una falda de seda del ocupante de la tumba. Aunque habían transcurrido mil a?os, sus motivos de fénix amarillo bordados seguían siendo nítidos, denotando claramente el estilo de las postrimerías de la dinastía Tang (618-907).
Por lo demás, se hallaron siete bolsitas de seda para guardar incienso.
Las tumbas susodichas corresponden a varios aristócratas de la etnia qidan, gobernantes de la corte Liao. Se trata de otro descubrimiento sustancial después de la excavación arqueológica en 1986 de la sepultura de la princesa del Estado de Chen, una dependencia de la corte Liao.